Una voz ambarina nace de un silencio
La noche penetra entre mis dedos
Y una espada de metáforas desvirga este encierro:
Es la palabra que bendice mi refugio
Un reloj de arena que vuelve a marcar el tiempo
Cuando los minutos penetran hasta las neuronas.
Y son las sombras que borran tantos olvidos...
Son los días que me hacen el amor en la nada.
Y veo "mi cuerpo repetido en tantos otros"
Tantos como mi propio ser devenido en otras memorias
Tantos como mis palabras
Repartidas en una catarata azul
Tantos como mis labios besaron infinitas esperanzas.
Mi cuerpo se hace anónimo y recupero la voz
Mis labios boca aboca memorizan el encuentro
Tu magma vertido sobre mis manos ríe,
Navega por mi pecho, se escapa la gaviota,
Y mis dedos malefican los engaños.
Una polifonía desgarra el papel inconcluso,
Renazco del todo y de la nada,
Donde las sombras danzan el aquelarre de mi nombre
Y ahora soy otra,
Soy poema, sonata de verano,
Soy un libro de historias clandestinas,
O, Soy simplemente Madre Tierra o Afrodita
Pariendo una canción de cuna
En la noche de los silencios.