y con la calma del tiempo que vuela,
Tu, acercando a mis ojos las lágrimas que no te puse,
y que guardé para cuando estuvieses cerca,
Tu, con tu encanto de nostalgia, y el deseo
Tu, el hombre quebrado.
Y yo, inmutable en la sorpresa,
En la profesía que se cumple,
En la epifanía desierta,
En el corazón de la melancolía.
Aquí estás como en un principio,
Y yo, vuelo en en el etereo momento que me roba la memoria
que me saca las canciones
que me desbordo en emociones.
No comprendo nada... todo es tan blanco y...
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